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La patata
Cultivo de calidad
Sabor inigualable, calidad insuperable
Nuestra patata de variedad agria es sometida a un proceso de producción cuidadoso que garantiza la frescura y calidad de cada bolsa de patatas. El resultado son patatas frescas y versátiles que satisfacen las necesidades de chefs y amantes de la cocina, respaldadas por una empresa comprometida con la excelencia.
Nuestra materia prima, la patata de Torres
La elección de la patata agria como variedad principal en nuestros campos no es casualidad. El sabor distintivo de la patata agria es su principal atractivo. Su textura firme y su ligeramente ácido sabor la convierten en un ingrediente esencial en la cocina. Su versatilidad en la cocina la convierte en la elección preferida de chefs y amantes de la buena comida por igual. Estas patatas frescas son el fruto de la pasión y el esfuerzo que hemos invertido durante generaciones para ofrecer productos de gran calidad a nuestros clientes.
Sabor que brota de la tierra
Lo que hace que nuestras patatas agrias sean excepcionales es el entorno único en el que crecen. Torres de Albarracín, en la provincia de Teruel, es el lugar perfecto para el cultivo de esta variedad. A una altitud de 1275 metros sobre el nivel del mar, nuestras patatas disfrutan de un clima fresco y de la calidad del suelo que es esencial para obtener un producto de calidad superior. La altitud proporciona temperaturas moderadas y un entorno propicio para el desarrollo de las patatas, permitiéndonos cosecharlas en su punto óptimo de madurez.
De nuestros campos
a tu mesa
Sabores de alta montaña
Nuestras patatas agrias son el resultado de una cuidadosa atención al detalle y un profundo compromiso con la calidad. Cultivadas en los campos de Torres de Albarracín, estas patatas frescas son un testimonio de la pasión y el esfuerzo que invertimos en cada paso.